La boda campestre de Rosa y Carlos

Girasoles, espigas de trigo, mazorcas de maíz, balas de paja…Poco más necesitamos en la boda de Rosa y Carlos para tener la fiesta campera que ellos habían planeado. Para conseguir una boda diferente tienes que buscar una inspiración que te llene y  forme parte de tu día  a día. Esta es un ejemplo de ello. De familias de agricultores, esta genial pareja quiso dar un guiño a sus orígenes campestres en su día más importante.

¿Qué flores usar en una boda campestre?

• ¡Girasoles! ¿Qué puede aportar más color que esta flor en la naturaleza? Y además en pleno verano son un auténtico espectáculo para la vista y quedan majestuosos en cualquier lugar. En la iglesia tanto en el altar como en los bancos, solos o mezclados con otro tipo de flores le dan ese aire campestre que buscamos. Nosotros nos decantamos por mezclarlos con lilium blanco, paniculata y unas ramas de hiedra. Son unas flores enormes, preciosas y repletas de color que nos dieron ese ambiente de campo que tanto Rosa como Carlos querían para el día de su boda.  Además su significado es alegría…muy propio para un momento tan especial ¿no crees?

• Los campos han pasado del verde intenso de la primavera a los reflejos dorados del trigo maduro en verano, ¡el  paisaje es espectacular! Es la época perfecta para celebrar una boda usando los frutos de la naturaleza. Así que optamos por las espigas de trigo con las que creamos unos haces preciosos para decorar las mesas del restaurante.

• Las mazorcas de maíz recolectadas de los campos de los novios resultaron ser un elemento espectacular. Con ellas realizamos un original y sorprendente setpplaning.

• El ramo de novia para Rosa fue de lo más original. Lo confeccionamos con una echeveria espectacular, limonium y alstromelia. Desde luego fue el centro de todas las miradas.

Formamos con todo ello un perfecto decorado: girasoles, espigas de trigo, mazorcas de maíz. ¡El terceto perfecto de una boda campestre!

 ¿Qué colores y elementos usar en una boda campera?

Los colores de la boda campera deben llamar a la mente el campo; utilizar beige y amarillo o tratar de coordinar los colores propios de la temporada es lo que debemos hacer para conseguir el efecto bucólico deseado.

Los elementos que nos recuerdan al campo deben llenar los espacios. Por un lado las balas de paja que nos dieron mucho juego a la puerta del templo. Posteriormente ya en el restaurante montamos un fotocall en el que los invitados echaron muchas, muchas risas.

Para las mesas de los invitados realizamos unos originales trabajos florales bajo unas rodajas de madera de tronco de árbol. En estas tablas estaba representado el campo que tanto quieren Rosa y Carlos con un girasol y el trigo que ellos mismos recolectaron.

Esta boda fue perfecta, la tuya también lo será si te identificas con la temática. ¡Te animamos a que apuestes por ello!

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