Gladiolo, la planta del mes de julio

Nombre científico: Gladiolus

Nombre común: Clavellina del campo, varita de san José, cebollana.

Familia: Iridaceae

Origen: Cuenca mediterránea y África austral

Lugar de cultivo: Exterior

Temperatura: Entre 10 y 24ºC

Suelo: Todo tipo de suelos, preferiblemente arenosos y con buen drenaje

Nivel de cuidados: Bajo

Nivel de riego: Alto, sin encharcamiento

Gladiolos de color violeta con el logo de Flores Castillón

Características del gladiolo

Aprovechando el sol y el calor del verano muchos recurrimos a uno de los clásicos de esta maravillosa estación para decorar nuestro jardín: los gladiolos. Esta hierba perenne y bulbosa dispone de un tallo erecto e inflorescencias en forma de espiga, de color rosa brillante o moradas en el caso del Gladiolus communis, pero que pueden encontrarse en tonalidades blancas, rojas, amarillas, verdes o azules en otras variedades. En total, existen más de 250 especies de gladiolos, la mayoría de África austral y algunas de Eurasia.

Lo que quizá no sabías es que su nombre proviene ¡de la Antigua Roma! Concretamente, de los épicos combates de gladiadores. Y es que estos luchadores empuñaban un arma llamada gladius, que significa espada, siendo el término latino de esta hierba (Gladiolus) una forma de referirse a una pequeña espada.

Su otro nombre, varita de San José, también resulta curioso, pues no es habitual que florezcan en marzo, fecha en que se celebra esta festividad. Sus flores aparecen a principios de verano y se mantienen hasta otoño.

Cuidados del gladiolo

El primer paso es conocer cómo deben sembrarse los gladiolos. Se recomienda realizar la siembra de manera escalonada, comenzando a finales de febrero. Y, aunque los gladiolos tienen la capacidad de crecer en la naturaleza, será necesario preparar el terreno para asegurarnos de que crecen correctamente, pues queremos que luzcan sanos y bonitos para embellecer nuestro jardín.

Para ello, realiza una siembra profunda, de unos 15 o 20 cm, y comprueba que la tierra sea, preferibemente, arenosa y esté bien drenada. A partir de ahí, deberás saber que el gladiolo requiere de mucha agua para crecer, pero no debes abusar, ¡pues podrías ahogar la planta! Bastará con que mantengas la tierra húmeda.

Con el paso del tiempo tu planta crecerá y tendrás que entutorarla para que crezca erguida. Para ello, podrás utilizar alambre o hilo y así evitarás que se tuerza por el aire o por su propio peso.

También el sol es vital para su crecimiento, por lo que busca una zona de tu jardín que tenga mucha luz a lo largo del día, o cambia la maceta de ubicación para que tu planta atrape todos los rayos de sol que sean posibles.

Con estas sencillas recomendaciones, en Flores Castillón estamos seguros de que tus gladiolos brillarán y aportarán ese toque especial que buscas para tu jardín.

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