Los gatos y las peligrosas bolsas de pelo
Las bolas de pelo son la principal causa de los problemas digestivos de los gatos.
El gato es el mamífero más aseado ya que dedica un gran porcentaje de su tiempo a acicalarse, pero no todo el mundo sabe que puede ingerir nada menos que dos tercios de su pelo muerto gracias a esa lengua áspera que se pasa una y otra vez por su abrigo capilar.
Las razas de pelo largo tienen mucho más riesgo, pero también las de pelo corto acumulan bolas, así como los gatos mayores, menos activos y de digestiones más lentas. El problema exige prevención. La formación de bolas de pelo en el aparato digestivo es una causa muy común de gastritis, inflamaciones estomacales, estreñimiento o, lo que es peor, bloqueo del tracto intestinal, lo que puede requerir intervención quirúrgica.
Si el gato se muestra inapetente, intenta vomitar o defecar pero no lo consigue, tose y respira con dificultad o ha perdido peso, posiblemente tenga una acumulación excesiva de cálculos peludos.
El necesario cepillado diario:
La primera medida preventiva es el cepillado: hasta dos veces al día en los gatos muy peludos, dos o tres veces por semana en los pelicortos, y a diario en los mininos ancianos.
Alimentos ricos en fibra:
Sin embargo, por mucho que se le peine, el gato siempre se asea por su cuenta y traga pelos. De ahí que sea clave la prevención a base de alimentos o complementos ricos en fibra que faciliten el tránsito y ablanden la consistencia de los ovillos.
Darles pasta de malta:
Se les unta en una pata entre una y tres veces por semana, según la raza, y el animal la lame como si fuera una golosina.
A la rica hierba:
Los gatos son carnívoros, como buenos felinos, pero su configuración intestinal los impulsa a ingerir hierbas para purgarse mediante vómitos y facilitar el tránsito, en especial de los ovillos de pelo.
FUENTE: http://issuu.com/hedbe/docs/revista_verde_es_vida_oto__o-invier/44
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir