Perros y gatos, cuidado con los golpes de calor

Con la llegada de las altas temperaturas, el golpe de calor es uno de los principales problemas al que se ven sometidas nuestras mascotas. Para evitar problemas graves por esta causa nunca dejes a tu mascota en ambientes pequeños como balcones, transportines y por supuesto jamás en el coche.

Tanto perros como gatos son mucho más sensibles al calor que los humanos. No tienen glándulas sudoriparas y por lo tanto no pueden regular su temperatura corporal. A los que afecta más es  a los cachorros y a los adultos ya mayores.

Un golpe de calor extremo puede acabar con sus reservas de azúcar y sales minerales que puede acabar con su vida en 15 minutos, ya que puede sufrir un colapso interno.

Los perros eliminan el calor a través del jadeo y del sudor que expulsan por las almohadillas de los pies y por las zonas aisladas con poco pelo, como puede ser el vientre.

Los gatos intentan mantener una temperatura estable lamiéndose y manteniendo el pelo liso, de este modo, la saliva depositada en el pelo, al evaporarse, disminuye su calor corporal.

Siempre es más importante prevenir, para ello debes tener en cuenta que tiene que beber agua regularmente y poco a poco. Nunca debes encerrarlos en lugares pequeños ni en coches. Debes evitar pasearlos en las horas de más calor. Y por supuesto, si viajas lleva sIempre agua y alguna toalla para humedecerlo si fuera preciso.

Cuando esté afectado por un golpe de calor lo notarás perezoso,  con temblores, respirará rápido.

El golpe de calor se tiene que tratar de inmediato, a la menor sospecha debemos llevar al perro o gato al veterinario. Si la situación es tan grave que no podemos trasladar al animal hasta la clínica, nuestro objetivo será el de bajar la temperatura corporal del animal, pero no lo podemos hacer de cualquier manera. Debemos llevarlo a un sitio fresco y aplicarle frío en cabeza, cuello, axilas, ingles.  También podemos ponerlo bajo un chorro de agua y humedecerle la boca sin obligarle a beber.