Rojo pasión en tu balcón
El más excitante de los colores resulta imbatible como favorito entre las especies que más florecen.
Geraneos, gitanillas y petunias encabezan la lista. En este post te recordamos algunas otras que son irresistibles para tu terraza o jardín.
La diplademia sanderi hace sus flores en forma de campana. Se puede cultivar en interior pero es mejor que esté en el exterior, al aire libre y a pleno sol. La floración puede desarrollarse desde la primavera hasta mediados del otoño, siempre que la planta se encuentre en el exterior, en un lugar cálido. Sus hojas son perennes, ovaladas, coriáceas y de color verde oscuro brillante. Durante la floración debe regarse a menudo, aunque el sustrato tiene que secarse ligeramente entre riego y riego. En otoño e invierno sólo se debe regar esporádicamente. En verano conviene pulverizar sus hojas; al brindarle humedad se evitará el ataque de los ácaros.
La verbena es una vivaz de efecto tapizante o colgante que pierde la hoja con la llegada del frío. Florece sin interrupción desde la primavera al verano sin interrupción. Necesitan pleno sol y que la tierra esté fresca y bien drenada. Resisten muy bien la sequía. Las verbenas no solo se pueden utilizar como rastreras sino también como plantas colgantes de gran efecto.
La impatiens o alegría de la casa nos hace disfrutar de flores sencillas o dobles. La variedad ‘Fiesta’ se caracteriza por sus flores dobles, muy abundantes desde los inicios de la primavera hasta bien entrados los fríos del otoño. Lucen muy bien tanto en tiestos como en los arriates del jardín. Exige una exposición en semisombra o sombra. El riego ha de ser moderado o abundante, según la temperatura; sin embargo, el sustrato debe drenar bien ya que no tolera el encharcamiento. Es muy sensible a los hongos, sobre todo si el riego es por aspersión. Le van los suelos fértiles y húmedos y es poco exigente con el abono.
El dianthus o clavel es una flor rotundamente española. Es una herbácea que ha sido sometida a muchas hibridaciones que han permitido desarrollar numerosas variedades. Como buen hijo del sur de Europa, el clavel necesita sol, temperaturas templadas y un suelo poroso o ligero que le proporcione buen drenaje. Prefiere recibir agua de forma regular, sin que el suelo se encharque, y vivir en un sustrato levemente alcalino. Se abona una vez por semana durante la época de floración y una vez al mes el resto del año.
La salvia enciende con sus flores de color escarlata parterres y maceteros sin interrupción desde la primavera al otoño. De origen brasileño, es muy sensible al frío, de modo que no se debe plantar hasta que ha pasado el riesgo de heladas. En España se cultiva como anual. Exige sol y un suelo rico, fresco (entre húmedo y seco) y bien drenado. Los riegos deben ser moderados, sin saturar de agua el terreno. Durante el periodo de floración agradecerá un abonado continuo con fertilizante para plantas de flor.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir