Irene y su Comunión Campestre

¡Este es el sueño de una niña hecho realidad! Irene siempre había deseado celebrar el día de su Primera Comunión en el campo, en el pinar de los amigos de sus papás. Así que, dicho y hecho. Le dimos un toque a nuestra varita mágica y nos pusimos manos a la obra! Una Comunión campestre es el deseo de muchos niños, ¿hay algo más satisfactorio que hacerlo posible? ¡Para nosotros no! Al ver la mirada de Irene disfrutando de cada rincón sabemos que lo hemos conseguido. El campo es un lugar perfecto para los niños. Pueden jugar y corretear libremente por el espacio al aire libre y disfrutar de cada rincón que les ofrece la naturaleza.

 

irene7

irene1

Esta decoración os puede orientar a muchos papás que no sabéis por dónde empezar con una celebración así. ¿Tenéis jardín o una finca o un pequeño terreno en el campo? ¡Pues no lo dudéis! Adelante con una Comunión Campestre ¡será inolvidable! Debéis considerar sus preferencias para ese día mágico y de cuento.

En este caso el sitio elegido por la niña dio mucho juego. Entre los pinos, Irene, sus primos y amigos fueron descubriendo todos los ambientes bucólicos que creamos para ellos. ¡Como si del cuento de Blancanieves y los siete enanitos se tratara!

Lo más importante es jugar en toda la decoración campestre con el color favorito del protagonista. En este caso Irene eligió el lila. Así que aprovechamos para que todas las flores y plantas, y el resto de complementos fueran en blanco y esa tonalidad. La naturaleza en un entorno así ya nos ofrece el color verde, base para cualquier decoración.

Llenamos el pinar de plantas de margaritas blancas y lila. Las colocamos en pequeños escalones de madera formando distintas alturas y en la base de los pinos. Son unas plantas muy campestres que ayudan a endulzar el ambiente con sus lindas florecitas. A la niña le gustan las mariposas, así que nosotros también les dimos protagonismo, colocándolas entre las flores de margarita. El material idóneo para este tipo de ambiente campestre es la madera natural o blanca.

 

Crear un pequeño bodegón a modo de recibimiento de los invitados, resulta muy acogedor. Lo mejor es montarlo en la entrada del lugar. Nosotros lo creamos con un carrito de madera blanca lleno de margaritas y el nombre de la niña con su fotografía. Vosotros podéis utilizar cualquier elemento decorativo que tengáis en la casa como cajas de madera, alguna mesa antigua, una bicicleta… resumiendo, cualquier objeto es válido si está decorado con gusto.

Los banderines atados a los troncos de los pinos y las cintas de raso de diferentes colores quedaron espectaculares. Llenamos el bosque de pinos de color.

Las casitas de pajaritos colgadas de las ramas de los árboles sorprendieron a pequeños y mayores. A los troncos de los pinos atamos marcos con fotografías de Irene. ¿Os imagináis a esos abuelos y tíos cuando las descubrieron? Vosotros podéis hacer lo mismo en vuestro jardín si tenéis árboles, no es necesario que sean muy altos, ¡incluso podéis crear una cortina de cintas y usarla como photocall! Con  gafas, sombreros, disfraces, etc. podéis completar el rincón para hacer las fotografías familiares ¡Desde luego resulta de lo más divertido!

Y finalmente llegaron la tarta y el rincón más dulce del día que todos disfrutaron. Una sabrosa mesa candy preparada en otro carrito de madera blanca y adornado con unos banderines. ¿Quién podía resistirse a saborearla?

Esperamos que hayáis encontrado inspiración en esta decoración campestre. Podéis elegir otras opciones decorativas para comuniones en nuestra página web. Nosotros os estamos esperando para guiaros en esta atractiva aventura decorativa.

¡En Flores Castillón conseguimos hacer vuestros sueños realidad!

irene10

 

irene2

 

irene4

 

irene9

 

irene8

 

irene15

 

irene3

 

irene5

 

irene11

 

irene6

 

irene13

 

irene17

 

0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

veinte − 1 =